miércoles, junio 02, 2010

Si cree en la revolución no lea esto

En tiempos de cinismo y oportunismo, el primer requisito para profesar una ideología es abstenerse de leer y analizar los libros que sirven de sustento doctrinal a cualesquiera de las corrientes del pensamiento político. Para convertirse en un comunista convencido nada mejor que evitar la tentación de revisar las páginas de El capital. Para erigirse en victorioso prosélito del socialismo del siglo XXI es necesario primero escabullirse del pantanoso y grandilocuente cantinflerismo dominical de Las líneas de Chávez.
El fanático tiene la necesidad de desconocer profundamente la creencia que lo define como sujeto político. Exponerse a críticas, reflexiones y debates conceptuales puede implicar la suspensión de su permanente estado de credulidad, así como también la corrección de las distorsiones teóricas que determinan su miopía intelectual. Si la verdad, como dice la Biblia, le brinda al individuo la libertad, la propaganda le obsequia la tranquilidad.
Aquellos que creen en el poder hechicero y reivindicador de las revoluciones muy mal harían en detener sus ojos en las páginas de Balzac y la joven costurera china (Salamandra, 2008), inquietante novela del escritor Dai Sijie. De este modo, cobrarían conciencia de los peligros mortales que para los pueblos siempre ha implicado la infructuosa búsqueda y construcción del hombre nuevo. Mao, el llamado «gran timonel», lo intentó con su famosa y cruenta campaña de reeducación. Cerró las universidades y envió a todos los jóvenes estudiantes, corrompidos, a su entender, por los métodos burgueses de aprendizaje, a las áreas rurales de China para ser «reeducados» por los campesinos pobres. Se trataba de la voluntarista sustitución del conocimiento científico por la milenaria sabiduría popular, o, como reza la letra de una vieja salsa, por la maroma y el truquito...
Dos muchachos, el espabilado Luo y el innominado narrador de Sijie, son remitidos al jefe tribal de la remota montaña del Fénix del Cielo. Purgan los ominosos delitos de ser jóvenes (y por tanto, poseedores de un idealismo psicológicamente maleable) y pertenecer a familias académicamente reconocidas en los años del régimen precomunista. Ambos chicos, condenados a madurar en las volcánicas fraguas del hombre nuevo, sólo sabrán de acarreo de estiércol, siembra de arroz y noches de crisis palúdicas.
Un compañero de brega, el tímido Cuatrojos, guarda en su cuarto un tesoro misterioso. Luo y su amigo se disponen a robarlo. Esperan la noche de fiesta en la aldea para dar con la maleta ajena. Pero en ella sólo encuentran libros. Libros conspirativos. Obras maestras de la literatura occidental (Balzac, Flaubert, Dumas, Victor Hugo, Tolstoi, Dostoievski). Ejemplares salvados de las hogueras encendidas por los jerarcas del ejército rojo. Al llegar a casa, los ladrones de cultura hablan entre sí:

—¿Qué sientes? ¿Ganas de llorar de alegría?
—No. Sólo siento odio.
—También yo. Odio a todos los que nos han prohibido estos libros.

Luo, ebrio de emoción, decide elevar el nivel cultural de su novia: la bella costurera china. Por eso, mientras ella dibuja patrones y toma ruedos a pantalones ajados, lee en voz alta episodios completos de las novelas que conforman ese gran fresco literario conocido como La comedia humana. Sin saberlo, somete a la joven campesina a una «reeducación inversa», que la hace comprender el esplendor y magnitud de la individualidad; esa esencia inalienable satanizada por todos los colectivismos. Sucede entonces lo impensable, la chica se marcha a la gran ciudad. Retenida momentaneamente por las súplicas de su antiguo novio, sólo atina a contestar: «Lo siento, pero Balzac me ha hecho comprender algo: la belleza de una mujer es un tesoro que no tiene precio».
La verdadera cultura es aquella que nos libera.

Etiquetas: , ,

1 Comments:

Blogger Valentina Guzmán Ramos said...

Pues saldré a comprar ese libro. Rafael, qué don tienes para escribir maravillas... puedo citarte? Qué buen primer párrafo te tiraste en este artículo.
Felicitaciones. Voy a fundar un club de fans del Vampiro!

11:46 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home