jueves, agosto 31, 2006

Nosotros, los sin regentes

Ahora puedo comprender porque lo tildaban de retrógrado cada vez que yo revisaba mi signo zodiacal. Era que el pobre Plutón ya se encontraba informado de la gran innovación de la ciencia astronómica: expulsarlo por enano de nuestro exclusivo sistema planetario.
La conspiración terrícola tuvo lugar el pasado 24 de agosto, en el marco de la XXVI Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional. La ciudad de Praga fue testigo de otro episodio de estirpe kafkiana cuando un grupo de burócratas siderales dictaminó que el otrora noveno planeta de la Vía Láctea no es más que un vulgar cuerpo celeste, caracterizado por su escaso diámetro y errática órbita.
La investigadora del Centro de Investigaciones de Astronomía, Gladis Magris, explica que “el crecimiento tecnológico experimentado por la sociedad nos lleva a descubrir objetos cada vez menos luminosos y más lejanos (¿se referirá, pregunto, a nuestra constelación de políticos y seudo líderes de opinión?). Ya le tocó al Sol dejar de ser un extraño astro para convertirse en una más de las cien mil millones de estrellas que pueblan nuestra galaxia. Ahora la nueva definición de planeta toma en cuenta hechos físicos como la masa, el radio y el movimiento”.
La desgracia de Plutón, como la de otros tantos ilustres varones, tiene nombre de mujer: Xena, apodo cariñoso del cuerpo celeste también conocido como 2003 UB313, que fue fotografiado por primera vez el 31 de octubre de 2003 con los equipos del Observatorio Palomar en California. En esa oportunidad los astrónomos Mike Brown, Chad Trujillo y David Rabinowitz, exigieron a la comunidad científica que, dado su gran tamaño, reconocieran a la masa descubierta como nueva figura del sistema solar. Debate que culmina hoy con la destitución de Plutón como planeta, y el regocijo unánime de cuanto estudiante caletrero intenta sobrevivir de nuestra “rigurosa” estructura educativa.
Como aficionados de la Historia debemos advertir que Plutón “El Enano” suena a los oídos de la posteridad como una injuriosa parodia del temible dios griego Hades, quien reinaba en el inframundo de los muertos, con el rostro siempre vuelto hacia atrás, en compañía de su esposa Perséfone. Pero también debemos denunciar, como modestos hijos del zodíaco, que la abusiva decisión de la Unión Astronómica Internacional deja a los nativos del signo Escorpio sin el regente que orientaba sus apasionados destinos.
Devenidos pues en damnificados del horóscopo, los escorpianos ya no sabremos si nos esperará un hecho curioso en un estacionamiento, o si una persona de piel morena se acercará a nosotros con oscuras intenciones, o si un amor del pasado regresará para revivir una pasión que pensábamos olvidada. Pero lo peor de todo será, sin duda, el desconocimiento de nuestro número de la suerte…
Sin embargo, expertos esotéricos como Antonio Polito se han apresurado a afirmar que el signo Escorpio no se quedará huérfano de regente, ya que para la astrología la palabra planeta conserva su significado original en griego de cuerpo errante, “por lo que Plutón seguirá teniendo sentido porque seguirá moviéndose”.
Pero la respuesta no luce muy convincente. No en balde los astrólogos son otras de las víctimas de esta tragedia, y como ya lo advirtió Upton Sinclair: “Es difícil hacer que alguien entienda algo cuando su empleo dependa de que no lo entienda”. Justo lo que pasa con el Consejo Nacional Electoral.

2 Comments:

Blogger Inos said...

Ya no quedan ni los astros planetarios... ¿qué será de nosotros, astronautas sin casco?

6:29 p.m.  
Blogger Inos said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

6:30 p.m.  

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